Felipe Traból trata de resignificar la acumulación de objetos y quien es ideólogo y administrador del grupo en Facebook Bien de Diógenes – Valpo, una comunidad de casi 13.000 miembros que cada día suma más intercambios en su haber.

Por Gabriel Ocaranza

Calle

Soy bastante mirón, me llaman la atención los montones de basura, me gusta ver cachureos, me entretiene. Con un poco de voluntad los puedes agarrar y te los puedes llevar. Me di cuenta que todos tenemos cachureos en la casa y qué mejor que deshacerse de ellos y recibir otros. Es una forma que pensaba hace tiempo para ayudar a reducir la fabricación de objetos nuevos y cuidar el bolsillo de las personas y demostrar que los objetos tienen valor por sí mismos. Por eso me llama la atención esto de Bien de Diógenes, sus principales motivos de ser son económicos, ambientales e incluso literarios.

Cachureos

Son los objetos que nunca vas a usar, que están tirados y que no quieres desprenderte. En algún momento dices me van a servir pero que jamás te van a servir. Un cachureo para mi vale oro.

Basura

El significado de basura es todo aquello que ya no puede tener utilidad o no tiene funcionalidad. Es un objeto que pasa a ser inútil, basura. Yo creo que los objetos no son inútiles por muy quitados de su funcionalidad que estén. La basura no existe, es una falta de creatividad que tienen los científicos, los artistas, los constructores, los ingenieros. Creo que la basura será nuestro gran recurso natural como humanidad en el futuro.

Diógenes

Mi abuela tiene mal de Diógenes. Yo nací escuchando que alguien tenía mal de Diógenes y era una cosa muy popular acá en Chile pero lo que tengo entendido simplemente es que Diógenes es un huevón que se desprendió de todo y que no quería tener nada y cuando se desprendió, no sé, logró algo. Ahora, el mal de Diógenes es todo lo contrario, gente que acumula. Mi Diógenes es mi abuela, esta página es un homenaje a mi abuela, una dedicatoria hacia ella. A ella siempre le han dicho que tiene mal de Diógenes porque tiene tres cuartos llenos de cachureos de cosas que jamás se va a deshacer, anda a pedirle que bote alguna cosa, te hace el manso show. Para mí es un bien que tiene mi abuela porque es una virtud guardar cosas. Es rebuscado, si necesito un dedal para coser y no pinchar mis dedos mi abuela va y se demora 3 minutos y entre sus cajoncitos te pasa un dedal. Ella es una bodeguita de objetos muy específicos que los tiene y que solo ella sabe dónde los tiene. Ahí me di cuenta que el mal no era mal, sino bien de Diógenes.

Taller

Es para mí un lugar sagrado. Demasiado importante porque es el lugar donde ejecutas y donde puedes hacer algo. Está hecho para que tengas tus herramientas, la atmósfera. A veces pescas mucho el taller, yo lo tuve tirado dos meses y es una lata cuando tienes tu taller tirado. Es un lugar de concentración para las personas que les cuesta concentrarse necesitan un taller y necesitan habitar un orden, el taller no está ordenado en este momento pero tiene cierto orden. Es tu base para pensar cositas. Indispensable tener un taladro, una sierra, un martillo, un destornillador. De a poquito vas haciendo tu taller y acumulas tus herramientas y con ellas puedes avanzar.

Carpintería

Es una cosa muy hermosa. Yo no soy carpintero, no podría llamarme así, no me corresponde. Soy un aficionado a la carpintería. Es algo que se desarrolló en la media cuando tenía 17 años y no sabía qué hacer, quería estudiar arquitectura y no pude porque en ese momento no había plata por ningún lado. Académicamente después de que escuché a Nirvana nunca más me fue bien en la vida, no tenía ninguna beca ni ningún tipo de beneficio pero siempre me gustó mucho la carpintería y admiraba a los carpinteros. Es una cosa muy bonita pues te permite usar un elemento tan noble como lo es la madera. Tienes un trozo de un árbol en tus manos. Sentir el olor a madera, ver la madera, ver las cosas que se pueden hacer con ella. Ver un mueble listo, bonito, que te cuente una historia, un detalle, que tenga funcionalidad, que se note que fue hecho en un momento especial de tu vida, Me gustan los muebles que son únicos, que fueron hechos en un momento específico. La carpintería es una poética de la forma porque las formas de las cosas te relatan algo.

Invención

Me considero una persona muy creativa y si no estoy creando algo me desespero. Me dan bajones. Tengo que estar haciendo algo. Me llama la atención la estructura de cómo están hechas las cosas, su configuración paso a paso. Desde la constitución del átomo hasta un organismo. Me gusta aprender. La invención viene por eso, porque uno tiene la necesidad de hacer cosas y no tienes la plata pero tienes la motivación y el conocimiento y la forma de ver la necesidad que estás buscando. No sé, si necesito una lámpara con ciertas características me la hago. También está presente lo de la poética de la forma, por ejemplo la lámpara bidón es un plagio que se lo copié a un lugar que se llama Gálvez INC. que está cerca de la escalera Fisher en Cerro Alegre, lo aclaro porque admiro ese bidón que intenté replicar. Por eso viene la invención, por una necesidad de tener algo lindo, algo original en la precariedad y en la precariedad de encontrarte algo botado en la calle en un montón de basura. Allí está Bien de Diógenes porque puedo transformar un bidón de agua en una lámpara.

Necesidad

En Bien de Diógenes se buscan varias cosas. Hay gente que busca elementos de primera necesidad como alimentos. Este último tiempo han salido alimentos por el tema de las cajitas del estado que no a mucha gente le gusta lo que viene en las cajitas. Hay una reconfiguración de las cosas. Bicicletas, un montón de bicicletas. Coches de guagua, ropa de guagua. Frascos de vidrio, aquí tengo un montón de tarros de leche condensada, de atún, de café que me regaló alguien por Bien de Diógenes que lo publicó y yo los quise. No sé para qué los quise pero están allí. Lombrices, tengo un subwoofer que lo cambié por un puñado de lombrices y es una bomba el subwoofer. Herramientas. Hay gente que busca disfraces y encuentra el disfraz que necesita. A propósito de los disfraces, tengo miedo con Bien de Diógenes por romper o comerme el mercado de la feria, que la página empiece a absorber a la gente que trabaja realmente vendiendo en la feria. Es una consecuencia que me he cuestionado. Representa una paradoja porque con esto no destruyo al gran empresario si no que a la persona que está vendiendo cosas en la feria. Si una persona quiere vender lo que obtiene por Bien de Diógenes es cosa de ella, yo no me voy a meter en eso. Encontró lo que necesitaba para su negocio. Hay publicaciones que son súper honestas que dicen lo quiero para vender y eso me encanta y yo mismo con Bien de Diógenes puedo obtener partes viejas de una lámpara, después la transformo y la vendo como una lámpara más cara así yo mismo me aprovecho de eso. No puedo ser un puritano y decir el cochino dinero, la plata es la plata. Otra paradoja de Bien de Diógenes es que este existe gracias al libre mercado. De hecho si tú lo analizas es libre mercado pero sin plata, por valor de necesidad en vez de valor monetario. Sin el libre mercado, sin el capitalismo Bien de Diógenes no existiría. Incluso vendría a ser una repartija mucho más eficiente de los objetos en una economía.

Bien

Bien de Diógenes comenzó en agosto del año 2017 en una red solamente de amigos y amigas. Éramos 50 personas y para el estallido social la página explotó por lo que llegamos inmediatamente al cabo de dos meses a diez mil miembros. Bien de Diógenes tampoco es la última chupada del mate porque en países del primer mundo esta idea la tienen bastante normalizada, tienen buenos sistemas de información. Bien de Diógenes finalmente es un canal de información que te dice dónde hay un objeto. Fue una linda coincidencia pues yo no tenía idea de que existían estas prácticas en otros lugares del mundo, simplemente sucedió y luego el nombre Bien de Diógenes se expandió por varias ciudades del país, lo cual al principio me impactó un poco porque en realidad todos queremos ser autores de nuestras propias obras y saber que nosotros somos los autores y que existe un reconocimiento por eso. Pero después me di cuenta que es un bonito nombre y no le puedo decir a alguien que vive en Punta Arenas que no puede usar el nombre, lo que me enfrenta a una situación incómoda porque tampoco soy el dueño de algo sino que esto es tan solo un concepto.

Lámpara bidón hecha por Felipe Traból