Desnudar la memoria Artes Escénicas Por Valeska Minchel Lisboa La primera vez que vi danza fue en un encuentro interescolar recuerdo haber quedado anonadada, primero porque vi un solo danzado por un hombre y yo estudiaba en colegio de niñas. Me impactaron sus movimientos, su desnudez y percibí sensaciones que me conectaron de inmediato con el sentir de éste arte. La segunda vez que he quedado perpleja y marcada como espectadora, fue cuando vi danza Butoh, intérpretes desnudos, pintados blancos y siempre con un gesto desfigurado en el rostro. Estuve toda la obra en shock, sin respirar, no podía creer lo que estaba viendo, tanto dolor, tanta desolación y oscuridad, quería hacer eso, quería llegar a ese estado, algo bizarro había en mí que me atraía fuertemente esa estética. Así fue como años me dediqué a la danza Butoh a interpretar la oscuridad, a traer la memoria de todos nuestros muertos, como un canal o médium del movimiento que danza a los olvidados. El emotivo ejercicio de indagar en nuestra historia, activando la memoria como un reconocimiento de quienes somos, resignificar nuestra historia personal, aprender y dar valor a lo vivido fue inspiración creativa para la creación de danza En Analepsis. Con ésta técnica la coreógrafa se inspiró para realizar un ejercicio de memoria, mediante escrituras autobiográficas realizada por cada intérprete que van direccionando los cuadros de la obra, develando desde el nacer al acontecer actual de nuestra sociedad. La obra inicia con un cuadro donde los cuerpos se instalan como paisaje y dibujan la escenografía que contornea un solo de danza. Un cuerpo que teme al nacer; un rostro asustado, perseguido, extrañado; una danza desgarradora y expresionista envuelta en un campo sonoro a rato siniestro, sonidos intervenidos de vísceras, cubierto por una capa de sonido tecnológico, deduciendo sonoramente el cuerpo como una máquina. El sonido de los órganos se entrama con el latido de un tecno corazón, un pulso sobre la base sonora electrónica y experimental de un sintetizador que da pie a movilizar el paisaje corporal con una coreografía uterina que envuelve la única danza del nacimiento humano. Se genera una imagen muy fémina, como si todas las mujeres trabajarán para un mismo parto, parece ser doloroso, desgarrador, pero juntas y coordinadas, dan vida a un nuevo cuerpo. Un cuerpo constituido por todos los cuerpos, se mueven como un gran organismo que se difunde hasta desgranar en un juego. Cambia el cuadro, parece todo más alegre y fluctuante donde lo más importante es estar atentos a los otros cuerpos y a la consigna del juego. El movimiento transcurre ágilmente muy gozoso de contemplar, los danzantes se muestran relajados y presentes, con la mirada abierta a los otros y al espectador. Por primera vez, aparece la mirada particular de cada une, mapeando la diversidad de intenciones e interpretaciones. Profundizando en el cierre de este cuadro con una sensual y lenta caminata hacia adelante, movilizada sólo desde la cadera, como si fuera una gran manada acechando al depredador. Difusamente se percibe una atmósfera psicodélica, reiterativa, con viajes sonoros de relámpagos y de pronto solemne, incita a una experiencia sonora de montaña rusa, con estruendo y calma, agitando a los cuerpos, a las caídas, a expulsarse como si algo asustara para preferir caer, cuerpos lanzados, escupidos al piso, aparecen corridas, entramadas, reiterando imágenes del inicio de la composición, yendo hacia atrás, un atrás tormentoso y confuso. En toda esta confusión, como cuerpos desorientados, aparece una organización casi orgánica, en masas, donde uno propone una acción y rápidamente el colectivo sigue la propuesta, así consecutivamente, en multitud como una composición de singularidades que se comunican entre sí y actúan en común a través de una misma danza, se vuelve a desarmar e instantáneamente se vuelve a a(r)mar. FICHA TÉCNICA Dirección: Josefina Díaz Honores Asistente dirección: Valeska Minchel Lisboa Música en vivo: Paulina Villacura Elenco: Miguel Echeverría, Camila Henríquez, Lisset Guerra, Muriel González, David León, Ámbar Rubio, Valentina Carrasco, Victor Celedón, Ángeles Micelli, Paola Norambuena, Sofía Cubillos, Millaray Aguilera, Matilda Cepeda.