Por Annarella Rosati

¿Cuándo fue la última vez que respiramos aire “limpio” o bebimos un vaso de la llave sin miedo? La polución del aire y del agua son los resultados de la contaminación medioambiental por desechos tóxicos a los que Chile se enfrenta. A pesar de este preocupante panorama, la humanidad ha elevado esta problemática como una resistencia contra la apropiación de las fábricas en los espacios de los habitantes. Desde las artes visuales, la propuesta en la obra de Roberto Cartes busca sensibilizar acerca de los efectos de la contaminación en los territorios populares. Industria Regional (pesadilla n°1), expone esta realidad y posee la capacidad de extrapolarse a otros contextos, como el de nuestra región.

La obra Industria Regional (pesadilla n°1), forma parte del catálogo Nuevas Cartas Portulanas (2015) realizada en colaboración con la asociación de grabadores del Biobío y actualmente se expone en el Museo Universitario del Grabado (MUG).  Su composición consta de colores oscuros que complementan la atmósfera sombría del paisaje, resaltando entre la indumentaria un elemento en particular: una calavera blanca rodeada de tuberías que desbordan desechos líquidos. Con esta representación, Cartes no solo expone una realidad, sino que también invita a reflexionar sobre la situación de nuestro territorio.

Roberto Cartes utiliza la vía gráfica y la estética para abordar una problemática que afecta a su territorio (zona del Biobío) y la expone mediante un imaginario tóxico que se vale de figuras como tuberías, aceite y la calavera para personificar una industrialización que interviene en el espacio cotidiano. En esta representación, los habitantes no son los protagonistas, sino más bien víctimas que se esconden entre las sombras de la contaminación, obligados a emigrar. En este contexto, WangPeiAn, máster en producción artística de la UPV, destaca en su tesis titulada La contaminación ambiental como tema de arte (2017) la estrecha relación entre el arte y la contaminación ambiental, haciendo hincapié en el deber de los artistas que utilizan su entorno como fuente de inspiración de representar esta problemática en sus obras. No solo se trata de mostrar lo bello, sino también de alertar sobre sus cambios.

Otra particularidad que destaca es la capacidad de la obra para extrapolarse a otros contextos. Escenifica una preocupación real donde el espectador asocia fácilmente las características tóxicas que se ilustran con algún territorio que, tal como sugiere su título, representen una pesadilla para sus habitantes. De esta manera, parece acercarse a nosotros, los de la quinta. Si pensamos en alguna ciudad de nuestra región afectada por la contaminación, rápidamente aparece Quintero y Puchuncaví en nuestras mentes. Ciudades catalogadas como una “Zona de Sacrificio” al ser representativas de los graves efectos generados por la desertificación y la contaminación a causa de la intervención de empresas como Codelco, ENEL, COPEC. Territorios donde sus residentes padecen los efectos de la intoxicación: enfermedades respiratorias, cáncer, por nombrar algunos, efectos que, aunque son bastante mediáticos, tienden a ser rápidamente olvidados como resultado del desinterés y la invisibilización.

Industria Regional (pesadilla n°1) incorpora recursos pictográficos en pro de evidenciar el impacto medioambiental de la industria, señalando un desplazamiento de los habitantes que actúa como un agente que tensiona esta relación al interior de la obra. Finalmente, se afirma, entonces, que la pieza de Roberto Cartes logra sensibilizar en cuanto a los efectos de la contaminación en los territorios populares, puesto que, tanto por su construcción como su capacidad de extrapolar a otros contextos, permite al espectador reflexionar acerca de una problemática tan importante como lo es la contaminación medioambiental.