La nueva exhibición textil del artista José Pérez a inaugurarse en la sede Metropolitana de Balmaceda Arte Joven, establece nexos con técnicas tradicionales del witral y la moda, dos opuestos que convergen entre lanas y puntos.

Luego de un 2024 marcado por la creatividad y en que cada hebra tomó forma, el artista visual y tejedor José Pérez, alista los últimos detalles para la inauguración de su exposición “La captura de un acto: cuerpos vestidos por Son de Pérez”. Ahí con destreza e imaginación hila historias y memorias de pueblos indígenas a través de lanas, matices y técnicas que susurran un pasado invisibilizado en nuestra imagen país.

Las prendas que emergieron tras la luz natural de amplios ventanales en el edificio de Balmaceda Arte Joven Metropolitana, lugar que albergó el taller de José mientras estuvo en el programa de residencias “Espacio BAJ, crea en comunidad”, y testigo silencioso del proceso cumbre, se materializaron en una obra maestra colocando en primera plana las técnicas textiles utilizadas por Son de Pérez, marca personal del artista y que se suma a las celebraciones del Día de los Patrimonios.

– En mi máquina de tejer, si tejo un gorro sale listo. Yo no lo coso a mano después, o los chalecos que hago también, que tienen dos costuras en los costados, pero todo el resto sale de la máquina tal cual. Y eso también me parece lindo, esa forma de pensar los tejidos que es propia de América Latina.

– En ese sentido y en tu camino como artista, ¿qué enseñanzas te ha dejado el arte textil?

– El arte textil para mí significa una reconexión con las culturas americanas, con ver mi pasado y el nacional. Ahora tengo conocimiento a ciencia cierta de mi pasado mapuche, pero creo que el arte textil fue el camino y la evolución progresiva de mi obra que me llevó a buscar eso en mi historia personal y familiar. También hay un eco en la historia de nuestro país, donde se ha invisibilizado este pasado en muchas familias chilenas, o no saben por desconocimiento, por motivo de la colonización, conquista y desvaloración, o porque no tienen tanto interés en conocer esa parte de su historia. Entonces para mí el arte textil es eso, se vincula con nuestra historia y territorio.

– De las experiencias vividas hasta ahora en tu carrera, ¿cuál ha marcado un antes y un después?

– Hacer que la marca indumentaria que llevaba a la par con mi obra textil se convirtiera en Son de Pérez. Yo creo que eso marcó un antes y un después, porque al interesarme más en la industria del diseño pude conocer más personas, abrirme a otro tipo de colaboraciones, llegar a otro público, habitar una industria que era desconocida para mí.

– Tus creaciones tienen un gran impacto en el ecosistema cultural, en especial por acercar técnicas del tejido andino. ¿Pensaste alguna vez que tu trabajo tendría este alcance?  

– No, en verdad no (ríe). Para mí es interesante porque yo sólo uso técnicas tradicionales, obviamente estudié artes visuales y tengo otro punto de vista a la hora de acércame a las técnicas, que quizá es más experimental o que mezcla un poco los referentes de arte contemporáneo, pero lo que encuentro lindo es que todo lo que hago es tradición, claro, quizá los resultados son distintos, pero en realidad la técnica es la misma.

Entonces, creo que, si pudiese aprovechar mi plataforma de alguna forma sería para visibilizar las técnicas, la importancia de la tradición y que hay un mundo por descubrir aquí en Latinoamericana que ha sido invisibilizado, y que hay mucho de la cultura mapuche en Santiago, las culturas andinas también; pero creo que esa paradoja entre tradición y contemporáneo es algo que hay que seguir cuestionando y haciendo desde ahí, desde ese lugar de enunciación.

– ¿Hay algún referente o artista que te inspire?

– En verdad, mis referentes en su mayoría son mis amigues, mis contemporáneos. Me inspiro harto de las personas, porque igual el mundo del arte a veces es muy de la conceptualidad o lo teórico, no de las apariencias, pero sí como de lo estático. Entonces, en cuanto al arte contemporáneo, creo que las personas con las que he compartido, las personas que nos seguimos por Instagram, incluso ahí hay un vínculo.

Y respecto a referentes de arte textil, hay hartos del norte global que me inspiraron en su momento, pero ahora mis mayores referentes son las culturas indígenas, la mapuche en especial, la andina también, porque son de este territorio. Pero al mismo tiempo tengo referentes de la moda, de las casas de moda como Martín Margiela o desfiles icónicos de diseñadores de los 2000, y mujeres mapuches que están creando textiles.

– Parte de tus piezas de indumentaria y tejidos están en las portadas y video clip de Gepe. ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando supiste de esta colaboración?

– Yo creo que ese fue un hito que me ayudó a entender que podía abrirme a otras experiencias en cuanto al mundo de las artes. Y claro, esa obra que hice “Ejercicios constructivos del rostro humano”, trataba sobre la creación de una cara humana basándome en la técnica de tejido chimú, que es una cultura preinca que habitó en la costa norte del territorio peruano.

Esa colaboración en realidad se dio toda muy fluida. Siento que igual, como te decía antes, para mí los afectos son importantes, los vínculos con las personas, y llegué a él gracias a que en Instagram vi a un chico que seguía que era estilista y que necesitaba máscaras, resultó que eran para Gepe.

– Es decir que fue toda una sorpresa

– Yo no sabía en ese momento. A él le gustó mi trabajo y de ahí se abrió ese espacio colaborativo. Él fue a mi taller, me planteó esta idea de colaborar en las portadas de sus singles y también con alguna indumentaria para sus videos, eso abrió otro mundo de colaboración en cuanto a la música que fue importante. Le tejí también una faja a Gepe para sus conciertos, para sus giras. Y nada, siento que ese tipo de colaboraciones que se escapaban quizá del mundo más académico, de las galerías, de los museos, me ha hecho ver otras posibilidades con mi trabajo.

– En una entrevista realizada a un medio independiente de cultura y política latinoamericana, mencionaste que no cortas los tejidos, que todo se cose. ¿Esa decisión guarda relación con un sello concreto de tu marca?

– Eso es como un pie forzado que me hago a la hora de construir tejidos en telar o en mi máquina de tejer, que es una máquina de tejido de punto. Me baso en la forma de pensar los textiles desde la mirada precolonial y también en la indígena contemporánea, pero la mirada precolonial veía todo el proceso constructivo del tejido como la creación de un ser vivo, en la que cada parte era muy importante. Entonces cuando se ve, por ejemplo, la historia de la moda y los diseños de Europa, cómo se entallaban al cuerpo y era algo, quizá, más vistoso, con volúmenes más impresionantes, con faldas gigantes, etc; eso no hacía sentido en Latinoamérica, porque en realidad el tejido era muy importante, no había motivo por el cual cortarlo y la técnica un poco venía a condicionar la forma en que el cuerpo se vestía.

Esa forma de pensar los tejidos, que es propia de Latinoamérica, igual de Asia, es la misma forma que intento trabajar a la hora de crear prendas de indumentaria tanto para mi marca Son de Pérez, como en los tejidos a telar, en los que si corto solamente lo hago al desmontar del telar los hilos de urdimbre.

– Para ir concluyendo ¿qué caracteriza la obra “Cuerpos vestidos por Son de Pérez” y que dio vida al desfile del año pasado?

– Bueno, lo que la caracteriza es como el momento en que hice esa intersección más clara entre tejidos tradicionales a telar y tejidos en máquina de punto. Entonces, esa creación utilizando el lenguaje de la moda y el lenguaje del desfile, yo creo que es como lo que identificaría un poco mi obra actual.

La exposición “La captura de un acto: cuerpos vestidos por Son de Pérez”, que recoge el trabajo realizado por José Pérez durante el 2024 y 2025, y en que se observan registros audiovisuales del desfile hecho en diciembre, se inaugurará el miércoles 28 de mayo a las 18:30 horas, en Av. Pdte. Balmaceda n.° 1215.